Nichos en el cementerio de La Soledad, donde se ampliarán los enterramientos. :: casimiro moreno
La dotación de 400 nichos se hace de espaldas a la fe musulmana, dado que el Ayuntamiento rechaza dedicarle un espacio
Entodo el año pasado se usaron 240 nichos en el cementerio de la Soledad. En los que va de 2018, se han abierto otros 42. Aún quedan un centenar, pero el Ayuntamiento ampliará su capacidad para atender las necesidades de los dos próximos años. El Consistorio acaba de sacar a concurso esta actuación, que hace de espaldas a la reivindicación de la comunidad islámica. Estos llevan dos décadas reclamando un espacio en el cementerio nuevo para realizar enterramientos según su rito.
El Ayuntamiento invertirá 475.000 euros en construir dos bloques con 400 nichos y 168 columbarios. Estos, a su vez, tienen capacidad para albergar cinco urnas. Por lo que en realidad podrán acoger las cenizas de 840 personas. La concejala encargada de este área es Paloma Morcillo, quien explica que cada vez más pacenses expresan su deseo de ser incinerados. Por eso, aunque aún quedan espacios para urnas en el camposanto, el Ayuntamiento ha decidido ampliarlo.
Aunque aún quede espacio disponible para ambas necesidades, el contrato que el Ayuntamiento acaba de sacar a concurso recoge la posibilidad de recepcionar un bloque antes de que termine el otro si existe demanda.
Paloma Morcillo Concejal de Cementerios «Mientras no cambie la Ley autonómica, no es posible un cementerio musulmán en la ciudad»Abdel Najar Imán de Badajoz «La Junta siempre se muestra receptiva e insta al Ayuntamiento a ceder los terrenos»El Ayuntamiento dice que la normativa regional impide sus ritos y la Junta lo niega
En total, el Ayuntamiento invertirá 475.000 euros en estas obras, lo que supone una de las partidas más importantes de los presupuestos de este año. Hay que tener en cuenta que las inversiones municipales están ya programadas hasta 2020 y que este medio millón de euros es la única que aparece hasta entonces. De esta manera, se trata de la actuación de mayor envergadura que se hará en el cementerio hasta las próximas elecciones.
Todas estas dotaciones se realizarán en el espacio con el que ya cuenta el cementerio de la Soledad. No se producirán ampliaciones en extensión ni, de momento, es probable que el Ayuntamiento atienda la petición de la comunidad musulmana de cederles un espacio para realizar enterramientos siguiendo su rito.
Paloma Morcillo incide en que el cementerio es aconfesional y que se pueden enterrar personas que profesen cualquier religión, pero cumpliendo con la normativa española. Las leyes no permite el contacto directo de los cadáveres con la tierra, como hacen en la fe musulmana y eso, asegura Morcillo, es el principal obstáculo. El otro es que en ese recinto no podrían entrar infieles y el Ayuntamiento, asegura, no puede vetar el acceso de parte de la población al recinto ni contratar trabajadores según su religión. El rito, además, obliga a lavar los cadáveres y tenerlos un tiempo en reposo antes de enterrarlos, algo para lo que no se disponen instalaciones. Estos son los motivos que esgrimen desde el Ayuntamiento para negar el espacio a la comunidad musulmana. «Todo esto no es fácil», afirma. «Tal y como está la ley no puede ser. Mientras la ley autonómica no cambie, no es posible en Badajoz».
Paloma Morcillo se ha reunido en varias ocasiones para tratar este asunto y asegura que seguirá haciéndolo, pero pasa la pelota a la administración regional por dos motivos. Uno, por la normativa que regula las sepulturas. Dos, porque hay más musulmanes residiendo en el norte de Cáceres que en Badajoz. Y debe ser allí donde se construya.
La Junta, por su parte, responde con una profusa documentación. En primer lugar, destaca que el Acuerdo de Cooperación del Estado Español con la Comisión Islámica de España de 1992 dispone el derecho de concesión de parcelas reservadas para los enterramientos islámicos en los cementerios municipales, así como el derecho a poseer cementerios privados propios. La consejería de Salud explica que es necesario acreditar que no se contaminarían las aguas subterráneas y se evitaría la salida al exterior de líquidos.
Aunque no hay normativa específica sobre enterramientos por el rito musulmán, «las normas autonómicas sí permiten este tipo de enterramientos siempre y cuando se garanticen los requisitos higiénicos sanitarios y no es necesario modificarlas». De esta manera, la Junta contradice al Ayuntamiento.
2.500 musulmanes
Entre unos y otros hay 2.500 musulmanes residiendo en la ciudad que esperan una respuesta a esta necesidad. En España existen una treintena de cementerios musulmanes, aunque los andaluces son prácticamente los únicos que permiten enterramientos siguiendo el corán. Quienes mueren en Badajoz suelen descansar para siempre en Marruecos y en Griñón (Madrid). «Cada vez es más complicado aquí», dice Najar. Este último cementerio de Griñón lo creó Franco para enterrar a los miembros de la Guardia Mora. Hasta 2014 ha funcionado al margen de la ley. Entonces, el Ayuntamiento se adaptó a ella. Siguiendo las normas sanitarias, ordenó el uso de bolsas estancas o ataúdes de cinc dentro de fosas revestidas de hormigón. En ese camposanto de Griñón una tapia separa las sepulturas católicas de las islámicas. Andalucía permite eximir el uso de féretro si así se solicita por razones de confesionalidad desde 2007.
Abdel Najar es el imán de Badajoz y lleva 18 años reclamando al Ayuntamiento una solución. Ha llevado su petición al Gobierno central y confía en encontrar allí una respuesta. Así, ha hablado con el subdirector de Relaciones con las Confesiones, Jaime Rossell, de la Dirección general de Asuntos Religiosos.
«La Junta siempre se muestra receptiva en este asunto e insta al Ayuntamiento a ceder el terreno y no entendemos la postura del Ayuntamiento», incide. Abdel Najar ve a la Junta proclive a su cultura con decisiones como implantar la religión musulmana en los colegios, por lo que no comprende el rechazo del Ayuntamiento. «Queremos hablar y llegar a un acuerdo, ver la forma más idónea», incide.
Esta polémica que se plantea en Badajoz se está repitiendo en otros puntos de España. Hace dos años, la alcaldesa de Madrid quiso reservar 10.000 metros cuadrados para un cementerio musulmán en Carabanchel para atender la petición de la embajada de Emiratos Árabes Unidos. Entonces, la respuesta de la Consejería de Sanidad fue que los ritos islámicos no son compatibles con la actual ley mortuoria regional y la normativa europea. Esta iniciativa aún sigue pendiente de salir adelante.
Para sortear las normativas, muchos de los musulmanes prefieren expatriar los cadáveres, aunque también se ha extendido la práctica de introducir tierra en el ataúd. De esta manera, el cuerpo está en contacto con la tierra y, además, está dentro de un féretro, con lo que respeta las leyes españolas